4.3
Del periodo Epiclásico
al Posclásico.
Tras el ocaso de Teotihuacan, durante el periodo Epiclásico
(650 al 950 d. C.), se acrecentó el ambiente bélico
ante la rivalidad de ciudades como Cacaxtle, Cantona, Teotenango,
Tajin y Xochicalco, fenómeno que transformo la disposición
arquitectónica con fines defensivos, construyendo ciudades
fortificadas.
Xihuacan estableció puntos de observación y control
en Las Peñas y la Nopalera. Para marcar su supremacía
regional, reconstruyo los grandes basamentos, con recubrimientos
de barro, y amplió su centro ceremonial al erigir el conjunto
II que contiene al Tecpan y la cancha de Juego de Pelota. Más
tarde es fuertemente influenciado por ideas religiosas del denominado
Horizonte Tolteca, que marcó el inicio del periodo Posclásico
(950 a 1521 d.C.).
Para
el periodo Epiclásico, se encontró cerámica
en la sección sur del juego de pelota, que nos indica que
esta provincia mantenía relacione con centro America, la cerámica
era de vasos para ofrenda con representación de jaguares,
también se encontraron figurillas de tlalotes.
Hacia el año 1350 d.C. el poder de Xihuacan se ve debilitado
por las pugnas étnicas, coincidiendo con una inundación
marina catastrófica que significó el ocaso de la ciudad.
El sitio fue casi totalmente abandonado, en la actualidad se cree
que en su mayoría los pobladores emigraron hacia el sur sobre
la costa grande a lo que actualmente se conoce como Juluchuca, pero
el centro ceremonial de Xihuacan siguió siendo utilizado en
los años siguientes.
La
cerámica encontrada en Xihuacan
que data del periodo posclásico tardío (1100 d.C.
al 1521 d.C.) Presentaba una fuerte influencia de la cultura
Tolteca (Figurillas de estilo masapa)..
Poco después, cuando llegan las primeras incursiones bélicas
de los mexicas, Xihuacan había perdido su influencia regional,
pero continuaba siendo un centro poblacional de gran sacralidad.